NUEVO BAZTÁN

ENTORNO NATURAL

SENDA DE VALMORES

TÉRMINOS MUNICIPALES:

Nuevo Baztán, Olmeda de las Fuentes, Pezuela de las Torres.

LONGITUD:

Máximo 7 km. Recorrido circular y reversible con posibilidad de limitarlo en función de los objetivos. DIFICULTAD: Baja. DESNIVEL: Máximo de 100 m.

 

DURACIÓN MEDIA APROXIMADA:

Hasta cinco horas y media, realizando el paseo completo, lentamente y con buen aprovechamiento pedagógico. Incluye la visita al Conjunto Histórico/Artístico.

 

ÉPOCA RECOMENDABLE:

Todo el año, evitando las horas centrales del día durante los meses de Junio (2ª mitad), Julio y Agosto.

 

SERVICIOS E INFRAESTRUCTURAS:

Monitores bajo solicitud previa en la Oficina de Turismo

Tiendas y bares en la población.

Manantiales en el recorrido. (Sin calificación médica de potable/no potable).

 

ACCESOS DESDE MADRID: Dos posibilidades:

Carretera de Barcelona N-II, desvío en Torrejón de Ardoz hacia Loeches M-206, M-219 hasta Nuevo Baztán.

Carretera de Valencia N-III hasta Arganda, desvío por la M-300 a La Poveda, M-209 y tras pasar Campo Real desvío por la M-224 hasta el desvío de Pozuelo del Rey y M-219 hasta Nuevo Baztán.

CARTOGRAFÍA:

I.G.N., S.G.E.: 560 (20-22).- 1:50.000.

I.G.N.: 560-VI.- 1:25.000.

Consejería de Política Territorial: 560 4-3, 4-4.- 1:10.000

POSIBILIDAD DE VISITAS COMPLEMENTARIAS:

Zonas húmedas: Laguna del Campillo, Graveras del Tajuña, Laguna de Eurovillas (N. Baztán).

Puntos de interés geológico: Llanos de Campo Real, Valle del Arroyo de la Vega.

Observación de ecosistemas esteparios: Llanos de Campo Real.

Poblaciones de Interés: Olmeda de las Fuentes, Chinchón, Alcalá de Henares.

 

DATOS DE INTERÉS:

Recorrido circular diseñado para descubrir la impronta del hombre en el paisaje, así como la evolución del “medio humano y natural” frente a las diferentes actuaciones, tanto antiguas como modernas.

 

RECORRIDO DE LA SENDA

La realización de la senda ecológica de Valmores aúna el interés naturalístico de un recorrido por el campo con el acercamiento a un caso histórico singular de implantación de actividades económicas y fundación de una población junto con sus consecuencias sobre el uso del territorio y sus recursos.

El recorrido se inicia con la visita a la población de Nuevo Baztán, cuya fundación, desarrollo y declive están bien documentados, y que representa un enclave único por su interés arquitectónico.

La salida de la población se realiza junto a un antiguo abrevadero y próxima a la actual zona de expansión industrial de Nuevo Baztán. El “Cuarto Lote” es una muestra de una antigua unidad agrícola escindida del casco urbano que ha recuperado su actividad original.

Un seto de arizónicas abre paso a la zona de paramera que incluye el recorrido. Durante varios cientos de metros el camino rural permite analizar diferentes contenidos (dependiendo de la época del año) que no pueden ser separados por disciplinas.

El resto de la senda discurre ya por campo. Es un camino suave, sin dificultad y con escasos desniveles. No obstante, por situarse en su totalidad alejado de poblaciones, es preciso proveerse de agua y comida.

El recorrido es circular, pero es posible modificarlo si así se desea acortándolo hasta la confluencia del arroyo de la Vega y la carretera a Olmeda de las Fuentes

Esta senda discurre por terrenos representativos de la fisonomía típica de la región sureste de la Comunidad, caracterizada por la presencia de amplios páramos o alcarrias de cima plana entre los que los ríos Henares, Jarama y Tajuña han labrado sus valles.

El recorrido permite aproximarse a un análisis de la evolución que ha seguido el territorio en esta zona valorando la interacción entre los diferentes factores actuantes: litología, estructura geológica, clima, vegetación, ocupación humana, cambio en los usos del territorio y los impactos que sobre el medio han causado éstos.

El comienzo del recorrido en Nuevo Baztán, da pie a considerar los impactos sobre el medio que genera el inicio de una nueva actividad económica en una zona, sus implicaciones en el aprovechamiento de recursos, en los movimientos de población e impactos de tipo socioeconómico.

La historia geológica regional nos permite comprender la actual configuración del paisaje (geomorfología) y las implicaciones ambientales de esta morfología: karstificación, inestabilidad de escarpes, presencia de rocas de interés económico, hidrogeología, etc.

Por otra parte, en este paisaje se observa la situación de la vegetación actual valorando las consecuencias de actividades agrícolas, de aprovechamiento forestal en otras épocas, y de las repoblaciones realizadas, así como de los cambios en las prácticas agrícolas actuales.
El camino recorre sucesivamente las tres unidades en que se articula el paisaje de la zona y que es además representativo del de gran parte del sureste regional:

1. La superficie del páramo o alcarria

2. Laderas del valle

3. Fondo del valle

El primer segmento recorre el páramo en que podemos distinguir dos unidades de paisaje: los cultivos de secano y las manchas residuales de vegetación autóctona. El terreno es arcilloso, correspondiendo a una capa detrítica de edad pliocena, que se encharca con facilidad lo que ha llevado a la construcción de drenajes artificiales, que podemos distinguir como un corredor arbolado entre las amplias parcelas roturadas para el cereal de secano. Entre estas además hay afloramientos rocosos no cultivados y otras parcelas abandonadas que permiten la conservación de manchas de vegetación natural.

La superficie del páramo aparece suavemente ondulada, con aparición de masas calizas y depresiones. Las duras condiciones climáticas de la paramera obligan a especiales adaptaciones de la vegetación que podremos observar en las hojas coriáceas de encinas y coscojas), espinas de la aulaga y el resistente tomillo. Al abrigo de encinas y coscojas abunda el torvisco. También encontraremos romero, majuelos, etc.

El camino desciende suavemente apareciendo a la derecha del mismo una zona de pino carrasco repoblado hace unos cuarenta años. La senda se halla precisamente en la zona ecotónica entre el pinar y la vegetación autóctona. El pino es un árbol resistente, capaz de medrar en suelos muy pobres, lo que, le convierte en una buena opción para la recuperación de suelos muy degradados.

 

En la margen derecha del camino, hacia el pinar, son abundantes las setas de diferentes especies en la época apropiada.

En el punto en que el camino describe una suave curva a la derecha, no encontraremos en la concavidad de una cacera del páramo que recorre las aguas superficiales cuyas huellas podremos ver si ha llovido recientemente. A la izquierda, unos cortados arenosos muestran las huellas de ocupación por abejarucos que hoy han abandonado la zona.

En el camino es fácil encontrar huellas y excrementos de zorro y, probablemente, de tejón.
A partir de aquí se inicia el cauce del Arroyo del Reguerón, que seguiremos y luego cruzaremos en más de una ocasión.

Nos encontramos ya en el borde del páramo para iniciar el descenso a lo largo de la ladera. A la izquierda, entre los árboles, podremos ver una peculiar mancha de residuos de color gris y casi desprovistos de vegetación. Se trata de las cenizas de un horno de cocción de cal cuyo elevado pH hace que todavía hoy no hayan sido completamente ocupadas por la vegetación autóctona, aunque sí por la fauna, que excava fácilmente sus madrigueras en este material poco consolidado. El afloramiento de calizas en este borde (o de yesos en otros sectores próximos) y la presencia de vegetación arbórea, utilizable como combustible, convirtió la producción de cal y mortero de cal para construcción en una opción económica interesante. Esto, junto a la pendiente del terreno, que facilitaba la construcción de hornos, hace que encontremos varios de ellos a lo largo del mismo. Estas actividades, a las que hay que añadir el carboneo, que también se practicó, han diezmado considerablemente el arbolado original.

Subiendo hacia el horno veremos el efecto de retención del suelo que desempeñan las pequeñas matas de tomillo en esta ladera desprovista de otra vegetación.
En este tramo es frecuente ver, y aún más oir, a los arrendajos

Desde el borde de la masa de cenizas tenemos una primera panorámica del valle en que podemos apreciar los diferentes aspectos que confieren los tipos de vegetación al paisaje. Se ven también unas llamativas “estrías” a lo largo de las vertientes opuestas del valle, que seguiremos viendo en otros puntos del recorrido.

En la ladera aparecen también arcillas abundantes bajo las calizas del páramo que hacen aflorar las aguas, que han infiltrado a través de esas calizas, dando origen a numerosos manantiales en las laderas de estos valles (que se manifiestan en los toponímicos, como Olmeda de las Fuentes) y que quedan evidenciados por la presencia de juncos.

El camino que seguimos presenta una bifurcación. Hacia la derecha veremos una zona pedregosa en que son apreciables los efectos erosivos de las aguas de arroyada. Hacia la izquierda tomaremos el camino hacia el “mirador de la encina”. Es ésta uno de los ejemplares de mejor porte en la zona, donde quedan pocos árboles de este tamaño y edad. Es un buen lugar para realizar una parada prolongada.

 

Para continuar el recorrido hemos de desandar el camino hacia la senda que traíamos antes de la desviación y allí cruzar el cauce del Reguerón para adentrarnos en una importante masa de quejigos, la tercera especie de este género que aparece aquí. Prefiere estas laderas abrigadas y más húmedas. Sus hojas, marcescentes, muy polimorfas, son más grandes y tiernas que las de las otras dos especies, de color verde brillante cuando jóvenes y luego más amarillentas, dentadas pero no pinchosas. El follaje es también menos denso y el porte más esbelto. Son abundantes las agallas de forma esférica y otras de aspecto estrellado con un orificio, que a veces aparecen en grupos.

Si visitamos Valmores en primavera, en este bosque y a lo largo del resto del camino por la vega, disfrutaremos del continuo canto de la multitud de pájaros que habitan la zona.

Saldremos del bosque de quejigos a la altura de unas ruinas llamadas Paredones de San Blas que, aunque de utilidad no documentada, parecen corresponder a los restos de un almacén o como indican otros, restos de antiguas tenerías. Muestran señales de recientes desplomes, por lo que no es recomendable aproximarse demasiado. Entre las ruinas aparecen algunas falsas acacias.

A continuación nos aproximaremos de nuevo al cauce del Reguerón en cuya vertiente destacan multitud de matas de juncos. Mirando entre ellos, se aprecian algunas tobas. Es sin duda un lugar de afloramiento de aguas subterráneas. En otoño podremos encontrar aquí algunos hongos del género Peziza, además de abundantes pedos de lobo. También empiezan a ser frecuentes rosales y zarzas.

Continuando el descenso se llega a una pista amplia que hay que tomar hacia la izquierda, aguas arriba del valle. Estamos en la tercera unidad de paisaje, el fondo del valle. Tierras fértiles en otra época ocupadas por huertas que actualmente casi han desaparecido. Al poco se toma un camino a la derecha que nos lleva hasta los restos de una olmeda, en otro tiempo extensa y hoy casi desaparecida bajo el efecto de la grafiosis, enfermedad fúngica propagada por escarabajos escolítidos, que está terminando con los olmos en todo el país. Las carreteras que partían de Nuevo Baztán estuvieron en otra época jalonadas de grandes ejemplares de estos árboles, de los que apenas quedan algunos, como el mencionado al principio, junto a la gasolinera de la población. De ello dan fe algunos de los toponímicos de la zona, como la ya citada Olmeda de la Fuentes o el cercano Villar del Olmo.

La olmeda citada corresponde a la parte más baja de una zona húmeda cuya mejor representación es el manantial de la Fuente de la Teja.

Volviendo al camino principal se recorre ahora el valle en sentido descendente hacia su cruce con la carretera a Olmeda de las Fuentes. Tras cruzar la carretera empiezan a ser frecuentes bloques de yesos en que abundan maclas en punta de flecha. De haber subido hacia Nuevo Baztán por la carretera, se habrían hecho evidentes los riesgos de desprendimientos de estos bloques sobre la calzada. Aunque aquí no se vean claramente los taludes responsables, sí se puede deducir su origen.

Al final, la senda se estrecha y llegamos a las ruinas de lo que debió ser una posada en el camino a Olmeda de las Fuente o según los estudiosos en la Fundación y complejo de nuevo Baztán, los restos de la Fábrica de Tintes, lugar donde se teñían los paños que ya venían bateados desde los batanes y molinos del valle y del Tajuña y que posteriormente se confeccionaban en la Fábrica de Paños de nuevo Baztán.

A partir de aquí, el camino toma pendiente subiendo de nuevo la ladera. En este tramo, el borde izquierdo del camino es un escarpe acusado en el que queda expuesto el escaso suelo desarrollado junto a las raíces de los quejigos.

El camino describe una curva a la derecha en un punto en que las aguas de arroyada han formado profundos canales de erosión cortando una parte de la pista.

Al final de la cuesta se llega a un pequeño mirador, llamado El balconcillo, desde el que se disfruta una inmejorable vista del valle y permite tomar un descanso.

Desde este punto hay que seguir el borde de la carretera con la máxima precaución hasta llegar de nuevo al núcleo urbano de Nuevo Baztán.

 

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Senda-de-Valmores

SENDA GALIANA

La Cañada Real Galiana es una cañada o vía pecuaria que desde los tiempos de la Mesta cruzan España de norte a sur para la trashumancia de ganado ovino.

Transcurre entre La Rioja y Ciudad Real (también es conocida como Riojana). Este camino histórico a su paso por Madrid, es un claro ejemplo donde podemos analizar tanto los importantes valores culturales y ambientales que reúnen las vías pecuarias como su problemática, especialmente la motivada por el crecimiento urbano, en este caso por la expansión de Madrid y su área metropolitana.

Su función tradicional como espacio para el tránsito del ganado, pastos e infraestructura agraria se sigue manteniendo, sobre todo en los tramos al norte de la carretera A-2 y al sur de la A-3. Al mismo tiempo se desarrollan otros usos alternativos como el senderismo, cicloturismo y paseos a caballo.

La Cañada Real Galiana es una de las nueve que recorren la Península y una de las cuatro que discurren por la Comunidad de Madrid.

El “Cordel de la Senda Galiana” y el “Descansadero-Abrevadero Fuente del Rey” se encuentran situados en el término municipal de Nuevo Baztán, al Sureste de la Comunidad de Madrid, lindando con los municipios de Corpa, Pozuelo del Rey, Olmeda de las Fuentes y Villar del Olmo.

Cordel de Senda Galiana

Denominado cordel por el ancho de la traza, 37.5 m, el cual es respetado en todo el trazado.

Parte del Descansadero de la Fuente del Rey y tiene un recorrido aproximado de 3.5 km, unos 50 minutos de recorrido caminando. Atraviesa en primer lugar la Urbanización Monteacevedo para luego cruzar la Urb. Las Villas.

No se encuentra deslindada ni amojonada  y tiene un Alto valor de función a escala de red.

Descansadero-Abrevadero de la Fuente del Rey

Inicio y fin de la Senda, se trata de un ensanchamiento importante de la vía utilizado para el descanso del ganado.

Se encuentra actualmente acondicionado como área recreativa contando con varios elementos singulares: fuente, abrevadero-fuente y mojón.

Descansadero-abrevadero-Senda-Galiana

ARBOLES SINGULARES

El art. 2 del Decreto 18/1992, de 26 de marzo, del Consejo de Gobierno,  aprueba el Catálogo Regional de especies amenazadas de Fauna y Flora silvestres creando la categoría de Árboles Singulares, en la que se expresa que “los ejemplares de flora que por características extraordinarias, por su rareza, excelencia de porte, edad, tamaño, significado histórico, cultural o científica, constituyen un patrimonio merecedor de especial protección por parte de la Administración”.

 

En Nuevo Baztán actualmente existen dos ejemplares protegidos incluídos en dicho catálogo:

OLMO CENTENARIO DE NUEVO BAZTAN

CARACTERISTICAS

Árbol caducifolio de unos 15-20 metros de talla, con copa piramidal y tronco de corteza grisácea, que aumenta de espesor y se agrieta en los ejemplares viejos. Las hojas son simples, ovada u oblongo-lanceoladas, de borde dentado, con una parte del limbo más larga que la otra. Las flores de pequeño tamaño y color verdoso, se agrupan en inflorescencias. Los frutos son alados con forma oval y la semilla situada en el centro. Este ejemplar ha alcanzado una altura de 16 metros con un diámetro de copa de 18 metros y un perímetro en su tronco de 5,20 metros.

Familia: Ulmaceae

Orden: Urticales

Clase: Dicotyledoneae

Ecosistema: Riberas y sotos

Cobertura espacial: Nuevo Baztán

Tipo de protección:

-Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid (protegido por la Agencia de Medio Ambiente de la CAM) y

-Árbol Emblemático 2007 (galardón entregado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Asoc. Sin ánimo de lucro “Bosques sin Fronteras”).

HISTORIA

José Benito Churriguera, diseñador de todo el complejo de Nuevo Baztán, remató el proyecto con una hilera de olmos en la travesía principal para cobijar del sol, proyectar sombra y frescor a los viajeros que se acercaran y para adornar el entorno.

Todos y cada uno de ellos fueron desapareciendo debido a la “grafiosis”, enfermedad que dilapidó todos los ejemplares de Nuevo Baztán y de casi toda Europa. En Nuevo Baztán, los olmos llegaron a ser tan grandes y de tal espesor su copa  que en la carretera que llega desde Pozuelo del Rey, llegaron a formar un túnel al juntarse los arboles de un lado y otro de la carretera. Esto provocaba que el viajero caminara por este túnel de sombra y frescor y que, justo a la entrada del Palacio, se abriera la luz y quedara patente antes sus ojos el esplendor del Palacio.

Este olmo es el único superviviente que quedo en Nuevo Baztán del azote de esta enfermedad. Inexplicablemente, el olmo se salvó de la plaga". Así, El Olmo, como lo conocen todos los vecinos de Nuevo Baztán, ha visto transformarse a la localidad. Todos los mimos son pocos para un olmo que es tricentenario. Con regularidad, cada inicio de temporada, una brigada de jardineros de la comunidad de Madrid, especialistas en árboles singulares  observan su tronco, sus hojas, le vacunan, le miman…..y se está estudiando genéticamente para crear una especie inmune a los hongos debido a esa resistencia natural que ofreció a la grafiosis, por ello, se sacan muestras genéticas para, por un lado, obtener una especie inmune y por otro, crear una vacuna para el resto.

Olma-centenaria

PINO CARRASCO JARDIN DEL PALACIO GOYENECHE

De porte magnífico, presenta una copa muy amplia y bien proporcionada dividiéndose en dos grandes troncos a 5,5 metros y medio del suelo. Este ejemplar ha alcanzado una altura de 27 metros con un diámetro de copa de 21 metros y un perímetro en su tronco de 4,15 metros.

Nombre Científico: Pinus halepensis.

Altura: 27 metros

Diámetro de copa: 21 metros

Perímetro del tronco: 4,15 metros

Edad aproximada: 200 años aprox, principios del S.XIX

Altitud: 828 metros.

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